Taller Encantado

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13 de enero de 2010

La larga estela de Doyle

Antes de analizar quién es Sherlock, como muchos han hecho a la sombra del próximo estreno en taquillas de la peli que pretende ser un bombazo (veremos si no se han pasado de rosca con los efectos especiales), podemos ver bien claro cuán larga es la trayectoria de las series que han nacido como setas a la sombra del método deductivo-detectivesco de nuestro bienamado Holmes.

Deciros que la incombustible Jessica Fletcher no fue sino una renovada y femenina encarnación de nuestro protagonista no es ninguna novedad, como tampoco lo sería deciros que cierto personaje de pelo cano fue otro hijo nacido de la influencia de Doyle. Aquel Dick Van Dyke que daba vida al doctor Sloan no era menos entremetido y sagaz que su parteneur Angela Lansbury. Y a la luz de sus cavilaciones no se resistía ningún caso de asesinato. "Se ha escrito un crimen" y "Diagnóstico: asesinato" fueron dos de las series que causaron furor en los amantes del género y los apasionados de los misterios encendiendo no pocas imaginaciones infantiles que comenzaron así a cobrar interés por la literatura de Agatha Christie o el propio Conan Doyle.

El caso es que si uno se para a analizar las recientes series de éxito ¿acaso ha cambiado algo? "House" ha introducido como normal el serendipity del genio ostracista que es a la vez visionario, médico y misántropo. Wilson es su propio Watson, más maltratado, sin duda, que su predecesor.

Por su parte, Lightman en "Miénteme" ha seguido la senda de la programación neurolingüística (PRL) para deducir los verdaderos pensamientos de los otros haciendo una lectura pormenorizada de las expresiones de su rostro y de la comunicación no verbal que denota su actitud postural, al más puro estilo de Flora Davis. No deja de ser un estudio pormenorizado en el que se aplica la deducción.


Qué decir de "CSI", cuyo principal protagonista durante años ha sido Grissom, aquel en principio huraño científico predestinado a desvelar los misterios de la naturaleza humana y de su alma, aplicada al mal. Aunque su personaje evolucionó, desde luego siempre se mantuvo en la senda de la búsqueda de la verdad más allá de lo aparente aplicando su inteligencia y sus conocimientos.

Y por finalizar esta relación de nuevos Holmes al fin una mujer, "Bones", escéptica como ella sola, enfrascada en encontrar en los esqueletos y sus recovecos toda suerte de pistas para atrapar a un asesino.


En común: el crimen (en el caso de House, la enfermedad es el principal criminal), la escasa capacidad para relacionarse con su entorno, la inteligencia, la perspicacia y la sensibilidad hacia la belleza (arte, música, naturaleza...).

"Nos encontramos con el hilo rojo del asesinato enzarzado en la madeja incolora de la vida, y nuestro deber consiste en desenmarañarlo, aislarlo y poner a la vista hasta la última pulgada",
Sherlock dixit. Y todos nuestros nuevos héroes, obedecieron.

1 comentario:

Anónimo dijo...

el mentalista, numbers y los crímenes de Laura (esta es española)también son herencia de Doyle, qué guay! felicidades por el blog!!

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