Taller Encantado

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5 de febrero de 2012

Los libros que me acompañaron en 2011

En este blog la literatura es importante. Quien me conoce sabe que la lectura es una constante en mi vida, que me gusta perderme en los libros y que a menudo me da pereza regresar de las historias que voy habitando. Leer suele ser lo que me hace la vida soportable cuando me siento vacía, y escribir lo que me permite salirme del margen sin tener que darle explicaciones a nadie. Alas para volar, fuertes incluso cuando el viento sopla en contra.

Aunque leo bastante en mi tiempo libre, todo me parece poco en esta inabarcable biblioteca infinita borgiana en la que nos movemos a día de hoy. A finales del año pasado me enfrasqué en la lectura de la saga Juego de tronos, aunque desde luego el ritmo del primer libro es el mejor. Ahora estoy terminando los libros publicados y luego creo que leeré poesía, porque la echo de menos y creo que hoy en día más que nunca necesitamos regresar a la lírica, puede que sea Rilke o puede que me deje llevar por los modernistas, pero echar de menos la poesía es algo que merece ser corregido de inmediato.


La cueva de los duendes cuenta con una buena biblioteca, porque es el lugar en el que llevo la cuenta de los libros que me van subyugando. Algunos de los que no llego a terminar o que leo y no me satisfacen, no están en esta lista, normalmente porque me he sentido un poco estafada al leerlos o porque prefiero no recordarlos, son los menos, a lo sumo dos al año.

Los que más me han gustado aparecen en rojo. Son los que más recomiendo. Abrir un libro es como abrir una ventana para que entre aire limpio en nuestras vidas, nos permiten ver otros mundos, otras épocas, otras vidas y eso nos ayuda a desarrollar nuestra empatía, nos fuerza a evolucionar y crecer.

-El cementerio de Praga de Umberto Eco
-Niebla de Miguel de Unamuno
-Cinco horas con Mario de Miguel Delibes
-El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl
-Todos mis cuentos de Ana Mª Matute
-Leviatán de Paul Auster
-La proporción áurea. El lenguaje matemático de la belleza de Fernando Corbalán
-Seda de Alessandro Baricco
-Valor de ley de Charles Portis
-El aleph de Borges
-Diálogo secreto de Antonio Buero Vallejo
-Maria Theresa. Retrato de una soberana
-Cuentos completos de Oscar Wilde
-Memorias del Marqués de Bradomín de Ramón del Valle-Inclán
-Los renglones torcidos de Dios de Torcuato Luca de Tena
-Cuentos de adúlteros desorientados de Juan José Millás
-La elegancia del erizo de Muriel Barbery
-La soledad de los números primos de Paolo Giordano
-Tenemos que hablar de Kevin de Lionel Shriver
-El extraño incidente del perro a medianoche de Mark Haddon
-Las ilusiones perdidas de Honoré de Balzac
-Océano Mar de Alessandro Baricco
-La lluvia antes de caer de Jonathan Coe
-El sueño de Alejandría de Terenci Moix
-La caligrafía de los sueños de Juan Marsé
-City de Alessandro Baricco
-Canción de Hielo y Fuego de George Raymond Richard Martin
-Choque de reyes de George Raymond Richard Martin
-Tormenta de espadas de George Raymond Richard Martin

4 de febrero de 2012

El arte del mimetismo

Si le preguntáramos a cualquier persona cuál es el reino animal que le produce más rechazo encontraremos una abrumadora mayoría de intolerantes a los insectos. A nadie le gusta encontrar hormigas en la despensa o recibir el picotazo de un mosquito. Sin embargo, nos deleitamos viendo cómo las abejas recoletan polen, escuchando el zumbido nocturno de los grillos en verano o esperando contemplar el vuelo torpe de una mariquita trepadora. El reino animal es extenso y extremadamente variado, especialmente el mundo de los insectos: se trata del grupo de animales de mayor diversidad con más de un millón de especies descritas y se estima que se desconocen más del triple de las que han sido clasificadas. Los insectos son por tanto los grandes desconocidos, suponiendo aproximadamente un 90% de las formas de vida del planeta.

Los fásmidos o fasmatodeos deben su nombre a su capacidad para camuflarse en el medio, siendo por tanto auténticos "fantasmas" o apariciones. Son los llamados comúnmente insectos hoja, insectos corteza y insectos palo. Confieso que aunque siempre me parecieron curiosos, no me percaté de su belleza discreta hasta que una enamorada de ellos, como es mi hermana, comenzó a criarlos. Verlos crecer y mudar la piel, alcanzar a ver sus ávidas mandíbulas devorando las hojas de los rosales y observar sus oscilantes movimientos que les permiten parecer parte de su entorno danzando al viento es un precioso espectáculo digno de ser disfrutado. Por eso quiero compartir con todo el mundo estas fotos. Espero que os gusten.

Sitios que he visitado