Taller Encantado

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22 de junio de 2009

A qué huele una mujer...

Si tienes la suerte de vivir dentro del cuerpo de un ser que disfruta del sentido del olfato te recomiendo que trates de reconocer a qué huele una mujer por la mañana. La base de la nuca siempre destila el aroma del perfume que ella considera que es su tarjeta de visita. Este es quizás el más evidente y, por tanto, probablemente el menos interesante.

En los brazos se adivina el hábito de las cremas y las leches hidrantantes que no pueden faltar con la llegada del calor. El brillo de la piel delata que están ahí, aunque su olor fácilmente se disipa, por fortuna, dejando solo una breve huella perceptible solo a una distancia muy corta.

Los cabellos se cuidan con esmero cada mañana, de modo que siempre, incluso en la mujer más austera, puede percibirse el aroma del champú (normalmente frutal o herbal) sobre el eventualmente que pueden apreciarse notas de otros productos más fuertes como acondicionadores, lacas, gomina, etc.

Puede que sus manos revoloteen cerca de tu cara, y entonces alcances a distinguir su laca de uñas, que, aunque tenue, es un olor perseverante con tendencia a perdurar durante días. En el caso de aquellas mujeres muy inseguras, a veces hay una tendencia a perfumarse excesivamente, incluso en las manos...

Y ¿qué decir de los cosméticos? el carmín de los labios, la base de maquillaje, el colorete... generan una mezcolanza particular. ¡Qué mujer no recuerda la primera vez que se pintó para salir a la calle! Yo pensaba para mí que ojalá nadie se diera cuenta de que lo había hecho, pero a la vez deseaba fervientemente que alguien me dijera que se me veía más guapa que de normal. También me admiró el hecho de percibir todos esos nuevos aromas sobre mi piel, y las texturas tan diferentes que sentía (de hecho no podía evitar llevarme las manos a la cara, me picaban los ojos y sentía cosquillas en los labios).

Y es que no hay nada que deteste más una mujer que su propio olor corporal, por eso erige un edificio de mil aromas que la envuelven, la protegen y hacen que se sienta más segura y cómoda a lo largo del día. Cada vez que veas a una mujer por la mañana, de camino al trabajo, al cole o al super, piensa que es un monumento andante de los aromas y que el acto mismo de emitir ese dulce efluvio la convierte en una diosa, como aquellas vestales cuyas esencias e inciensos las hacían dignas de veneración.



7 comentarios:

Aire Fresquito dijo...

Lo bien que olemos por la mañanita... y cómo olemos por la noche, cuando llegamos a casa del trabajo. (Aaargg)

El peor olor es ese de "hueles a calle". Yo soy muy de decir eso. Ahí entran mezclas de olor a fritanga, a tabaco y a sudor. (Otro aaargg)

Te quedó un artículo muy oloroso. Enhorabuena!

Lolita blues dijo...

Yo desde luego ODIO el olor del tabaco mezclado con café matutino, arghhh!!! Jajajjaja!!

Gracias maja. Venía esta mañana en el metro y no he podido evitar darme cuenta de lo acicaladas y bienolientes que vamos todas las féminas: el pelo brillante, las uñas pintaditas, limpias, frescas y desodorizadas... aunque sí, 14 horas después la cosa cambia, volvemos al hogar desmaquilladas, cansadas, ojerosas y deseando "repostar" pero en esa languidez también hay mucha belleza a mi modo de ver. El descanso de la guerrera espera.

Saludos!

-pequeña saltamontes- dijo...

que verdad más grande guapichima¡¡ siempre intentando ofrecer olores agradables, yo creo que uno de los piropos más bonitos que me han dicho, es que bien hueles, alguien que aprecia esas cosillas, es alguien observador cuidadoso...
el tema del maquillaje ya me parece distinto, si que como bien dices los productos de maquillaje tienen unos olores y texturas características, pero yo en el metro más que eso lo que aprecio es a muchas mujeres y lo que es peor chicas jovencitas que se escoden detrás de una máscara de maquillaje, aunque eso ya es otro tema jeje,los olores... esos que nos dan personalidad,¿ no te ha pasado, de oler algo y asociarlo con alguien? a mi me pasa mucho jeje
bueno wapi, sigue oliendo también como siempre jeje un besete

Canichu, el espía del bar dijo...

pues en ocasiones el olor propio no está mal.

Lolita blues dijo...

Eso también es cierto, gran parte del atractivo que ejerce una persona sobre otra se basa precisamente en eso: el olor corporal, las feromonas y esas cosas... jejejeje!

Aire Fresquito dijo...

Ay, recuerdo que antes de conocer a mi santo (of course) me enamoré de un chico yo creo que por lo bien que olía. ¡Era un hombre bañando en suavizante! Qué limpito y que mono venía siempre a la facult! ;-)

Lolita blues dijo...

Es algo fundamental, el aroma que desprende la gente, muchas veces es inconsciente totalmente, alguien te atrae y no sabes ni por qué...

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