Taller Encantado

English cv French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

13 de febrero de 2011

El pseudónimo

Asthon Evans comenzó su carrera de escritor de la manera más fortuita que pueda imaginarse. Cuando más desesperado estaba buscando sustento, y por agarrarse a un clavo ardiendo, aceptó escribir en una revista francesa específicamente enfocada al público femenino. A decir verdad, la oferta la recibió vía Internet y, francamente, daba la sensación de que tenían verdadera prisa por cubrir el puesto. Sabía que nunca le aceptarían si decía que era un hombre, lo que tenía sentido, ya que efectivamente tendría que escribir sobre depilaciones, productos de belleza y un variado etcétera que le hacía sentir auténtico vértigo. Sin embargo, Asthon necesitaba trabajar a toda costa, no os imaginais cuan tormentosa era su vida en aquel preciso momento. Por fortuna tenía familia en viviendo en Dijon y se defendía bastante bien a nivel escrito en francés, de modo que se "fabricó" una carta de recomendación e inventó una nueva identidad. Delphine Beauvoir le pareció un nombre fantástico y a partir de ese momento, ya todo era coser y cantar. Llegó al acuerdo de que las nóminas las cobrara su agente literario, un tal A. Evans y se afanó en cada artículo dando lo mejor de sí mism"a". Al cabo de unos meses Evans se dio cuenta de que debía construir su personaje dotándole de un mayor realismo si concebía cómo era físicamente, qué cosas le gustaban, etc. Y es que debía ser coherente en sus valoraciones y tener una identidad determinada para no salirse de los raíles. Esto no era en absoluto sencillo porque ¿quién sabe cómo demonios piensa una mujer? La inspiración final partió de esa pregunta. Puesto que no tenía ni idea de cómo era una mujer, fabricaría una super-mujer, un ideal femenino hipersexuado y dotado de todo cuanto él carecía. Si sus rasgos eran fuertes y su vello oscuro, ella tendría rasgos dulces y carecería de vello. Si él era de anchas espaldas, bajito y con entradas, ella sería de constitución más bien fina, alta y con una estupenda melena de cabello ondulado y brillante. Si a él le entusiasmaban los deportes y la cocina casera, ella detestaría ambas cosas, siendo una mujer cosmopolita asidua a restaurantes cordon bleu. Si él era más bien un fracasado en la vida y en el amor, ella sin embargo sería una flamante triunfadora a nivel profesional y social, resultándole arrebatadora a cualquier hombre a quien se propusiera conquistar. Pasado un tiempo, Evans se sentía más cómodo refiriéndose a sí mismo como Delphine, pensando como ella, sintiéndose como ella, y sobre todo, cosechando sus éxitos y alimentando sus bagatelas. Ya no quería ser un hombre, ya no quería ser él mismo. Su pseudónimo le había atrapado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Ra, cada día te superas!!, me encanta el relato de Asthon/Delphine, mientras lo leía me daban ganas de conocerles, a ambos... Un besote!! Alicia

Anónimo dijo...

Más de un@ conozco yo que se cree su propio personaje creado.
Excelente relato.

Sitios que he visitado