Taller Encantado

English cv French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

16 de septiembre de 2009

Las obras maestras y los héroes

Es lo que echo de menos en el cine, en la literatura, en las series de televisión y hasta en el día a día, ese rayo de luz que es el modelo a seguir, esa voluntad de encauzar los pasos hacia un bien, hacia la redención, hacia la expiación de las culpas y la bondad en estado puro.

¿Significa eso que los dioses, los semidioses y los héroes no se debatieran entre sus propias contradicciones? Todo lo contrario, eran nuestro reflejo y como tal, en ellos proyectábamos nuestras dudas, nuestras disyuntivas y miserias...


Cuando te sumerjes en el intrincado lenguaje del siglo XXI parece que no hay cabida para nada que se salga de lo desagradable y estomagante. Los planos se emborronan, la imagen queda cubierta de una densa pátina de pringue e interferencias, la cámara se mueve como loca, los personajes se ahogan en la carencia de un destino deseable o deseado al menos, y quedan estancados en las alcantarillas de la autodestrucción y la psicopatía. No es que nuestras obras generen antihéroes, esos al menos, en contraposición con sus antagonistas, reflejan la necesidad de ser exactamente lo contrario, me refiero a que realmente se proponen como ejemplos una serie de pseudo-antihéroes que no llegan siquiera a esa necesidad de ser las sombras entre las que brille alguna luz.

Somos la generación de los desheredados de valores intrínsecos como el amor, como la búsqueda de la verdad... ¿hemos fagocitado la moral hasta el punto de que nos resulta indigesta? ¿Es esa la razón de que seamos incapaces de traer al mundo obras maestras, héroes del día a día?
No comprendo que novelas de medio pelo sean best-sellers y hayamos perdido de vista a los clásicos.

Deberíamos leer a Horacio de rodillas, como solía decirnos un gran profesor al que admiraba (aunque no le llamara de usted, ni me hablara desde un atril). Y es que las formas no hacen el fondo y si queremos respeto, tenemos que ganárnoslo. Seamos ejemplo, seamos héroes y sembremos, porque lo que estamos haciendo en este momento es desandar el camino que han forjado muchos con gran esfuerzo y la tierra que no se alimenta yace yerma.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encanta !!!

Sitios que he visitado