Taller Encantado

English cv French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

11 de diciembre de 2008

NO QUIERO QUE ESTO SIGA PASANDO

Cuando la gente me mira, nadie sabe lo que pienso, cómo me siento ni tienen la más mínima idea de lo que me ronda la cabeza. Tiene que ser así. Cada mañana ajusto cuidadosamente la máscara a mi piel, muy pegada, muy pulida y asentada para que ni siquiera aquellos que dicen conocerme íntimamente tengan una sola pista. Suelo escoger la cara de buen compañero, de amante esposo y trabajador leal. Pero absolutamente nadie conoce al ser que se esconde dentro. Mi mujer dice que me ama. Por eso siempre me perdona. No sabe cuánto disfruto escondiendo su bolso para luego poder reprocharle la mala memoria que tiene. Tampoco podría imaginar que cuando me dejo llevar siento un íntimo placer golpeándola, recordándole lo inepta y ridícula que es. Las mujeres son así, cobardes, sucias e infieles por naturaleza. Tengo que recordárselo porque de lo contrario se le subiría a la cabeza lo bonita que es. Tiene que pasar por ello para poder ser mejor persona, verse desfigurada, empequeñecida, tonta. En ese momento, por un instante, me ve de verdad, solo ella, pero rápidamente cambio mi máscara por la del arrepentimiento. Un ramo de flores y unos días de ensueño hacen que vuelva a confiarse. A veces hasta tengo que llorar y trabajar duro para convencerla. Pero ella sabe que es temporal y aún así, seguimos juntos. Nos queremos de verdad, me acepta como soy y yo sé lo que necesita. Debo tener cuidado para no hacerla sangrar, no vaya a ser que una de estas amiguitas feministas tenga la feliz idea de levantar la liebre. Aunque no creo que vuelva a verlas después de la última paliza. Creo que aprendió la lección y ya sabe quién manda en esta casa.


Me quiere, y yo a él también. Muchísimo. Es su genio, que le pierde. Por qué tendrá esos ataques de ira... debió pasarlo muy mal de niño, por eso nunca habla de su padre. Cada vez duermo peor, tengo pesadillas. Cuando me despierto en medio de la noche, me gusta ver cómo duerme, con esa cara de ángel. Se le ve tan tranquilo... Lo peor son los insultos. No comprendo cómo puede decirme esas cosas o pensar que voy a irme con el primero que pase. Y qué hago con Sofía y Lorena, qué excusa les pondré esta vez. Suerte que no han visto la escayola ni la quemadura. Creo que voy a dejar el trabajo. A lo mejor si paso más tiempo en casa y le demuestro que no soy una cualquiera se da cuenta realmente de que estoy dispuesta a hacer cualquier cosa por él. Si no no sé cómo se lo tomará... cómo se lo digo... pensará que no es de él, o algo peor, nunca sé por dónde puede salir. A mí que me haga lo que quiera pero al niño que llevo dentro, por dios que no lo toque. A lo mejor debería pedir ayuda pero ¿a quién? No, no, es imposible, me moriría de vergüenza si alguien supiera cómo me siento. Pero cada vez me cuesta más fingir y me encuentro más sola. Aunque en el fondo me lo merezco por torpe, por despistada y por no estar a su altura. La suerte es que no me deje, porque sin él no soy nada. Él fue mi primer amor y todo lo hemos ido descubriendo juntos. Ni siquiera recuerdo mi vida antes de conocerle.


Esta es la cosa más triste que he escrito en muchos años. Lo siento.

4 comentarios:

sandra dijo...

sí,triste muy triste pero por desgracia tambien muy cierta...
hoy en día,gracias a dios,hay mucha ayuda para la mujer pero pensamos que por ir corriendo en busca de ayuda desesperadas somos mas cobardes,que les damos la razon y somos tan tontas que no sabemos defendernos por nosotras mismas y entonces seguimos aí escondidas en ese rincon esperando a que con una caricia vuelva a decirnos que nos ama,que somos todo para él,nos levantamos con la cabeza agachada y cuando su mano toca nuestra barbilla para levantarnos bien alto la cabeza piensas,,,si me valora! esto va a cambiar! ahora me demuestra q m quiere! es tan tierno aveces...porq no será asi siempre?
entonces respiramos,cogemos fuerzas,y nos sentimos con las suficientes fuerzas como para cambiarle,como para luchar para que todo vuelva a ser como antes pero otra vez se va,sola,te deja sola,le llamas,no contesta...a altas horas de la mañana te despierta un horrible olor a alcohol,sus manos recorren todo tu cuerpo,todavia dormida le pides que pare,él no quiere,dice que eres suya y que tiene derecho a poseerte,que tiene ganas,tras unas horas de sentirte como una puta muñeca inchable se duerme y tu sin poder conciliar el sueño,dejando la almohada empapada en lagrimas de sufrimiento el unico consuelo es seguir fingiendo que estás en un mundo de hadas y que fue tu elección...

bueno esperemos que todo esto acabe que tengamos valor para ver que no somos de nadie mas que de nosotras mismas y que quien no nos valore no merece la pena pues ya basta de sentirnos culpables por cosas de las que no lo somos

besitos

Lolita blues dijo...

Sobre todo es importante que nos demos cuenta de que no pertenecemos a nadie, que las personas somos libres y por eso tenemos la capacidad de decidir qué queremos hacer de nuestra vida.

Una de las cosas que más me horripila es la frase de ella de "sin él no soy nada". Lamentablemente la he oído en boca de mujeres capaces, fuertes y cultas que sin embargo se la creen. Claro que somos mucho, independientemente de quién sea quien nos acompañe.

Alguien que te quiere no te lastima, ni te humilla, ni te utiliza. Alguien que te quiere te valora, pero no te compra con regalos, te apoya, pero no solo cuando estás con más gente, también a solas, te quiere, pero no fuerza tu voluntad, ni te hace chantaje moral para conseguir sus fines. El maltrato no es solo la bofetada, la paliza o la violación, empieza con las palabras y termina con los actos.

Para mí la clave es la de siempre: educación, educación, educación. Eduquemos a nuestros hijos e hijas en valores para que el día de mañana no sean maltratadores. Y, sobre todo, hagamos rodar las máscaras de quienes se ocultan en una falsa imagen. No estamos solos, podemos pararlo. No digo que el sistema sea perfecto, pero hay que denunciar, hay que detectar el problema para poder proteger a quien lo necesita y buscar nuevas fórmulas más justas para todos.

Nos queda un largo camino por recorrer, pero si echamos la vista atrás solo diez años veremos que la sensibilidad social y la percepción de la gente ha cambiado sustancialmente. Veremos.

Anónimo dijo...

Hola:
me gustas, reo que leyendo lo que has escrito consiges que cualquiera en esa situación se vea reflejada, pero lo mas importante es que,tambien cualquiera, leyendo lo que has escrito encontraria fuerzas para revelarse.
Un besin.
María

Lolita blues dijo...

Ojalá, entonces empapelo el país... pero no es tan fácil. Se está progresando mucho, no creo en los apocalípticos que dicen que no se está avanzando. Es sólo que nada parece suficiente y es normal por la magnitud del problema y la dificultad para detectarlo desde fuera. Aun después de esa detección es difícil dar con la mejor fórmula de actuación porque como ves es difícil que las personas salgan del pozo por sí solas, aunque no imposible.

En todo caso son muchos los sectores, los grupos y las personas cuyos esfuerzos se están aunando para ir acabando poco a poco con todo esto. Pongamos nuestro granito de arena, al menos, no permaneciendo impasibles.

Sitios que he visitado