Aroma de café matutino, el periódico bajo el brazo y el sueño grabado a fuego en los ojos. Teo iba a la oficina dejando que su mirada quedara prendida de cualquier hermosa muchacha, pero antes, un sueñecito en el tren le haría bien, es más, lo necesitaba para reponer fuerzas. No todos los días se le pegaban tanto las sábanas, pero esa víspera, inolvidable, le había dejado agotado y no podía ni debía llegar tarde al trabajo. Se sentía dichoso, extasiado, feliz, recordando el placer que había sentido, al menos hasta que se percató de la mancha de sangre.
4 comentarios:
mancha de sangre.......continuara?
Jajajaja, lo demás queda a tu imaginación, es un cuento en 99 palabras. ¡Saludos!
¿99 palabras? Por lo menos regala una más para saber cómo seguirías... ;-)
la imaginacion es mas poderosa que el miedo...
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